Un híbrido de análisis y reportería a cuatro manos para hacernos preguntas pertinentes sobre el súbito cierre de Shock, el medio que cubrió cultura música y cultura desde 1995 hasta la semana pasada.
El cierre de Shock me deja pensando en que es muy triste lo que pasa con el periodismo cultural y creo que, en general, con todo el periodismo. Como estudiante que sueña con hablar de música y narrar la cultura es un panorama muy desalentador que cierren los medios que nos podían dar trabajo en un futuro. Solo queda seguir metiéndole ganas y sensibilidad. A veces siento que ahora solo los estudiantes de periodismo leemos periodismo, así como solo los estudiantes de antropología o de psicología leen los papers de sus carreras. Nos debemos a nosotros y a los otros que las historias sean masivas, que nos podamos reconocer en el otro como ejercicio empático, democrático y de entretenimiento. También como motor social. La crisis no es del oficio, es de la sociedad que no quiere o no sabe cómo ver más allá del individuo y hay que ganarle el pulso a esa tendencia, sea desde la empresa tradicional o desde lo autogestionado. Nos tenemos que ganar un lugar como comunidad. Siempre estaré dispuesto a aportar desde el aprendizaje, desde las ganas y desde el reconocimiento de que no todo lo bonito es productivo y no todo lo productivo es bonito.
Hola. Primero lamento mucho lo sucedido y los acompaño de corazón. Me quedó con una parte del artículo en el que mencionas sobre una crisis de los medios que lleva años sin resolverse, y para mí, ese es el punto neurálgico. No es una crisis sólo del periodismo cultural, es una crisis en todos los formatos tradicionales que luego de la pandemia se aceleró, que incluso las grandes conglomerados económicos ya no son capaces de resistir.
Hay que atacar la causa de esa crisis, porqué si hay una causa, y no son los contenidos. Creo que estamos en la generación dónde hay una sobreproducción de contenidos en todos los géneros y formatos posibles, y como toda economía de mercado, aquí aplica la ley de oferta y demanda.
Y es que en este escenario, si hay unos que se están quedando con toda la monetización de los contenidos digitales que hoy se producen, y que están disfrazados de ovejas, cuando por debajo son los lobos que se están quedando con todo el dinero de publicidad y no lo comparten ya ni a los grandes medios.
Estos lobos se podría resumir en el duopolio más grande del mundo que concentran la mayor cantidad de usuarios en sus plataformas. Meta y Google.
Son estas 2 grandes multinacionales las que se están quedando con todo el dinero de la industria publicitaria que sostenía a los medios de comunicación, y hasta hace poco compartían parte de las cuantiosas ganancias que recogían, pero del último año han cortado esos ingresos, lo que tiene afectado a los grandes medios.
Lo más complicado es que pocos se atreven a enfrentar a estos grandes gigantes y prefieren ocultar debajo del tapete, una realidad que los va terminar ahogando al no poder soportar económicamente las perdidas.
Y si, cómo toda crisis, hay una solución, solución en la que los medios en Australia y varios países de la Unión Europea llevan trabajando. Y es enfrentar jurídicamente y por la vía de nuevas leyes a estos 2 grande gigantes que se apropian de los contenidos sin compensar con lo que en realidad están ganando por ellos.
Ya existe legislación en varios países al respecto que se podría tratar de impulsar para el caso de Colombia. Lo que ocurre es que como siempre ocurre aquí llegamos tarde, y lo más complicado, en este momento todos los medios están luchando por defender el pedacito de salvavidas que les queda, en vez de unirse todos para empezar a enfrentar a los que hoy cree que son sus aliados como Facebook, Instagram y Google, cuando en realidad son quienes se están quedando con las ganancias de sus contenidos.
Ya llegará el momento, en que algún valiente o grupo de valientes, despierte y se anime a dar esta batalla. Esperemos que cuándo esto ocurra, no sea demasiado tarde.
El cierre de Shock me deja pensando en que es muy triste lo que pasa con el periodismo cultural y creo que, en general, con todo el periodismo. Como estudiante que sueña con hablar de música y narrar la cultura es un panorama muy desalentador que cierren los medios que nos podían dar trabajo en un futuro. Solo queda seguir metiéndole ganas y sensibilidad. A veces siento que ahora solo los estudiantes de periodismo leemos periodismo, así como solo los estudiantes de antropología o de psicología leen los papers de sus carreras. Nos debemos a nosotros y a los otros que las historias sean masivas, que nos podamos reconocer en el otro como ejercicio empático, democrático y de entretenimiento. También como motor social. La crisis no es del oficio, es de la sociedad que no quiere o no sabe cómo ver más allá del individuo y hay que ganarle el pulso a esa tendencia, sea desde la empresa tradicional o desde lo autogestionado. Nos tenemos que ganar un lugar como comunidad. Siempre estaré dispuesto a aportar desde el aprendizaje, desde las ganas y desde el reconocimiento de que no todo lo bonito es productivo y no todo lo productivo es bonito.
Hola. Primero lamento mucho lo sucedido y los acompaño de corazón. Me quedó con una parte del artículo en el que mencionas sobre una crisis de los medios que lleva años sin resolverse, y para mí, ese es el punto neurálgico. No es una crisis sólo del periodismo cultural, es una crisis en todos los formatos tradicionales que luego de la pandemia se aceleró, que incluso las grandes conglomerados económicos ya no son capaces de resistir.
Hay que atacar la causa de esa crisis, porqué si hay una causa, y no son los contenidos. Creo que estamos en la generación dónde hay una sobreproducción de contenidos en todos los géneros y formatos posibles, y como toda economía de mercado, aquí aplica la ley de oferta y demanda.
Y es que en este escenario, si hay unos que se están quedando con toda la monetización de los contenidos digitales que hoy se producen, y que están disfrazados de ovejas, cuando por debajo son los lobos que se están quedando con todo el dinero de publicidad y no lo comparten ya ni a los grandes medios.
Estos lobos se podría resumir en el duopolio más grande del mundo que concentran la mayor cantidad de usuarios en sus plataformas. Meta y Google.
Son estas 2 grandes multinacionales las que se están quedando con todo el dinero de la industria publicitaria que sostenía a los medios de comunicación, y hasta hace poco compartían parte de las cuantiosas ganancias que recogían, pero del último año han cortado esos ingresos, lo que tiene afectado a los grandes medios.
Lo más complicado es que pocos se atreven a enfrentar a estos grandes gigantes y prefieren ocultar debajo del tapete, una realidad que los va terminar ahogando al no poder soportar económicamente las perdidas.
Y si, cómo toda crisis, hay una solución, solución en la que los medios en Australia y varios países de la Unión Europea llevan trabajando. Y es enfrentar jurídicamente y por la vía de nuevas leyes a estos 2 grande gigantes que se apropian de los contenidos sin compensar con lo que en realidad están ganando por ellos.
Ya existe legislación en varios países al respecto que se podría tratar de impulsar para el caso de Colombia. Lo que ocurre es que como siempre ocurre aquí llegamos tarde, y lo más complicado, en este momento todos los medios están luchando por defender el pedacito de salvavidas que les queda, en vez de unirse todos para empezar a enfrentar a los que hoy cree que son sus aliados como Facebook, Instagram y Google, cuando en realidad son quienes se están quedando con las ganancias de sus contenidos.
Ya llegará el momento, en que algún valiente o grupo de valientes, despierte y se anime a dar esta batalla. Esperemos que cuándo esto ocurra, no sea demasiado tarde.